La música amansa al salvaje
¡De todas las cosas posibles! Fue la flauta lo que funcionó. Le compré el cacharro a un mercader ambulante. No se me da bien, pero la toco para pasar el rato.
Mi torpe melodía hizo que el salvaje bajara de un árbol. Nos observamos el uno al otro durante un buen rato. Entonces, se fue. Quizá pueda tentarlo otra vez.