El que avisa no es traidor

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Part of the following chapter Diario de Wincroft #1

Nos hemos llevado un buen chasco con la madera del sino. Mientras buscábamos más árboles, vimos que estaban relativamente cerca de unas antiguas ruinas de piedra vigiladas por unos cadáveres andantes con llamas azules en el pecho, tal y como nos contaron. Por suerte, estábamos a una distancia prudencial, así que volvimos raudos y sin hacer ruido al campamento. Como la madera ya estaba cargada, podíamos ponernos en marcha cuanto antes. Eché un vistazo a mis mapas de la región: si el bosque y las ruinas estaban conectados, seguramente habría más árboles del sino cerca de otras estructuras antiguas. No tengo la menor intención de buscarlas y poner a prueba nuestra suerte, pero un comerciante podría querer esta información. De momento, nuestras carretas siguen el camino hacia el este en busca de un lugar donde asentarnos. Viajaremos hasta el otro extremo de la Grieta si hace falta, pero ni loco pienso quedarme cerca de ruinas o puestos remotos. -Ealderman Wincroft