El legado de las gorgonas

Ahora sé qué me trajo hasta este lugar. Aquí, entre desfiladeros y cuevas, yacen las reliquias de una era olvidada. Criaturas antiguas y poderosas que asolaron civilizaciones enteras con su ira. En su día, se les conocía como Halcyon y Equidna, madre y padre de las gorgonas, a cuya imagen me crearon. Fue el vestigio de su legado que vive en mi sangre lo que me ha traído hasta aquí. Puedo sentirlos, entre las sombras, sumidos en un letargo profundo. Como si cada latido, cada aliento que hincha y contrae su pecho, fueran míos. ¿Qué clase de magia terrible hace falta para despertarlos? ¿Acaso me acogerían como imagen de su progenie perdida o me rechazarían tachándome de farsante? Y así, aquí, entre mi linaje perdido hace mucho tiempo, cuestiono mi destino. Mas tengo muy claro que su gran diseño no concluye conmigo. He de reflexionar sobre el significado de esta nueva revelación y sus implicaciones sobre mi lucha por restablecer el equilibrio.