Una página de hace siglos con un sello roto
La Enéada debe ser sellada.
Se prohíbe expresamente cualquier tipo de excavación y exploración de los restos. Los pretorianos custodiarán todas las entradas conocidas. Los intrusos serán sacados a la fuerza.
Yo, Lucio Décimo Craso, lo ordeno por la autoridad que en mí reside como legado de la Decimonovena Legión. Me aseguraré personalmente de que así sea. De ocurrirme cualquier cosa, es mi deseo que mi hijo Evandrus comande la Legión, siempre y cuando lo acepten y aclamen.