Pergamino del peregrino de la Enéada, parte 1
Los sacrificios parecen prometedores, por lo que he ordenado a los legionarios que abran la primera entrada. Hasta ahora, solo hemos encontrado polvo y muros. De belleza indiscutible y proporciones asombrosas, pero nada de lo que buscaba la pontífice Charmion.
Y, aun así, no puedo negar una extraña sensación. Hay una presencia en la Enéada que jamás había sentido. Una sensación de pesadez en cada aliento y ojos que observan desde los vacíos muros. Inquietante…, mas no desagradable.