Bien está lo que bien acaba
¡Mis pequeños clientes están de acuerdo! A los bichos sensibleros les encanta mi nueva canción. Se juntan para bailar a mi alrededor formando un torbellino. Y así el pobre Luis y sus colmenas pueden tener algo de paz y tranquilidad durante el resto del verano.
Creo que me llevaré este pequeño espectáculo de gira, aunque tendré que encontrar un sastre adecuado primero. Los pequeños y adorables bichos sensibleros lo cubren todo con su polvo y mi nuevo traje tiene que ir a juego con el suyo.