Viajeros: se hace saber que el antiguo puesto remoto de Punta del Viento ya no existe, ha adquirido un nuevo nombre inspirado en la aurora que ahora brilla sobre nosotros. Nuestras puertas están abiertas a todos los peregrinos que buscan la luz que brilla en el gran círculo de piedras. Bajo la luz de la aurora, dejad a un lado el miedo y mantened la fe. La Aurora Aeternae es furia congelada —ira suspendida—, y nos protege a todos, porque es el heraldo del cielo.
Al igual que los misterios del cielo, hay que dejar que la luz de la Aurora Aeternae nos recuerde que no todos los secretos de Aetérnum deben ser descifrados; si no, un día el sol que hay en la piedra florecerá con toda su luz y nos consumirá a todos. Buscar y nunca contentarse es la locura de Grenville, el «erudito» que hizo que se encendieran las llamas azules de la carretera, que los muertos malditos de las ruinas orientales se alzaran y que despertara un segundo sol en estas tierras. ¿Qué sabiduría obtuvo al ser consumido por la luz de la aurora?
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