Para Laura

El alma es una cosa misteriosa, tanto dentro como fuera de Aetérnum. Pero incluso antes de que llegáramos a esta extraña isla, la muerte nos afligió con la pérdida de tu madre en el Viejo Mundo. Laura Marie Charron, una mujer que se desvivía por mejorar el día a día de todos con alegría y amor. Desinteresada, radiante y valiente. A ella le dedico este escrito: que nuestras almas estén siempre entrelazadas. Adam y Archer, espero que encontréis almas gemelas tan amables y pacientes con vosotros como vuestra madre lo fue conmigo. Sé que para vosotros hay una llama gemela cuyo corazón arde con la misma pasión que el vuestro. Vuestra madre y yo, con el tiempo que se nos permitió, creamos dos ejemplos perfectos de nuestro amor: vosotros. Su amor por vosotros iba más allá de los confines de este mundo, y ese amor sigue vivo en nosotros. La vida eterna no se limita a lo que vemos aquí en Aetérnum: está en nuestro propio corazón. Laura, al igual que en vida, sé que siempre estás con Adam, Archer y conmigo. Los chicos y yo vendremos a recordarte a ti y todo lo que hiciste por nosotros y lo que tu recuerdo sigue haciendo.  Hasta que estemos juntos de nuevo en el paraíso, mi corazón está aquí contigo, mi amor. Que este lugar sea bendecido como un santuario para todos los que han desaparecido, y todos los que desean recordar a los que vinieron antes que ellos. Honrad su santuario, oíd su voz y sentid su presencia entre nosotros.