La sentencia del inquisidor Mayhew
De ahora en adelante queda proclamado,
por sangre, viento y piedra,
que hallamos al acusado, Thaddeus Mayhew, culpable de todos los cargos.
En su ejercicio como autoproclamado Inquisidor General, cometió crímenes de acoso, tortura, asesinato, falso testimonio y una letanía de injurias demasiado larga para narrarlas en este documento. Y, a pesar de que los crímenes se cometieron en el Viejo Mundo, Thaddeus Mayhew no conocerá la protección del tiempo y la distancia.
¡Lo que el Viejo Mundo permite, que lo castigue el Nuevo Mundo!
Marcamos a Thaddeus Mayhew con el sello invisible de la condena. Que todos aquellos que lo conozcan, amigos o extraños, se guarden de ofrecerle algo más que rechazo y violencia personal. Que no encuentre auxilio o descanso. Que su cuerpo y su alma se marchiten hasta que se una a los perdidos. Que los dioses se apiaden de Thaddeus Mayhew, pues ningún mortal lo hará.
Aquí, como testigos de esta sentencia, estamos los conjuradores, los sanadores y las gentes astutas condenadas en el Viejo Mundo. Que se conozca nuestra ira en el Nuevo.
-LA ALIANZA ROTA