Hoy ha ocurrido un milagro. Alcott, Bancroft y Blythe, cuyos cuerpos fueron a parar contra el acantilado hace algo menos de una semana, se han presentado en perfectas condiciones. Los vi chocar contra rocas afiladas como cuchillos con mis propios ojos, pero aquí están, dispuestos a luchar por nuestra causa incluso después de la muerte. Aún están un poco afectados, pero se alegran de haber vuelto a la vida.
¿Seremos acaso inmortales en esta isla? ¡Qué alegría, qué alboroto! Esto puede llevar el realismo de nuestras funciones a cotas nunca vistas. Ver a Julieta apuñalándose o a Hamlet herido por la espada en vivo y en directo… Tengo que decírselo a los demás sin demora. ¡Mis espectáculos serán famosos en el mundo entero!
-William Eastburn
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