Una página deteriorada del diario arrancada de un volumen mayor; las manchas de bronce ocultan parte de la escritura apresurada
Se han abierto paso. Ya no tenemos medios de escape, pero hemos podido sellar los pisos superiores de la torre. Incluso ahora puedo oír cómo golpean nuestra barrera. Hemos racionado nuestros alimentos, suministros y armas. No durarán mucho más.
Las noches de insomnio se manifiestan con nervios crispados y lágrimas silenciosas. Los guardianes del alma buscan la compostura en mi rostro. No puedo salvarlos, pero no les mostraré mi desesperación.