¡No debimos haber venido!

Nunca debimos haber venido a este lugar miserable. La obsesión de Lord Varrick con el Hechicero Carmesí le ha llevado hasta tal extremo que tiene a sus mejores caballeros peinando los bosques, buscando baratijas de antiguallas perdidas. Qué estupidez... La gente de esta tienda es blanda y sus bienes están listos para ser reclamados. Y, no obstante, aquí estamos entre matorrales en un lugar en el que cada piedra y arbusto es un monstruo en potencia. Cualquier gran arma que busque es innecesaria. Podemos superar fácilmente cualquier patética defensa que estos debiluchos levanten para apoderarnos de lo que es suyo. Al menos, entonces, arriesgaría el pellejo por unas riquezas de verdad. No aquí fuera, persiguiendo fantasmas en nombre de la vanidad de un hombre demente. Ya ha habido dos grupos que no han vuelto de sus patrullas. Eso debería alarmar a cualquiera en una tierra donde nadie tiene la temeridad de permanecer muerto. Sean cuales sean los secretos que esconden estas rocas, espero que valgan la pena, ¡o ese necio desgraciado de Varrick se enfrentará a mi desafío cuando consiga volver a la civilización!