Cántico marino

Hasta siempre, señoras, que en las islas imploran. Hasta siempre, hermosos ángeles de sonrisas preciosas. Hasta siempre, esposas de luto, que la noche recibís sin sustituto. ¡Hasta siempre, recaudadores y aduaneros impolutos! ¡Saludemos al salado mar y a su dulce rocío! ¡Levemos anclas a bordo de este hermoso navío! ¡Por los tesoros cosechados y las canciones de bardo entonadas, naveguemos hasta Aetérnum, donde la juventud nos aguarda! Estribillo ¡Adelante, muchachos! ¡Remad sin descanso! Llueva, nieve, truene o hiele, ¡Adelante, muchachos! ¡Adelante, atrás! ¡Donde canta la sirena y el muro de tormenta soplará!