Hallado en la Ciénaga de los Tejedores
Viajé al norte hace mucho, a una montaña mancillada por el veneno. La enorme cima se alzaba imponente y, a su vasta sombra, fuerzas umbrías se afanaban.
Pensé que se trataba de una especie de reino de los muertos, donde la gente de esta isla va a morir… Pero a lo que yo más temía era a la propia montaña. Durante años, no me atreví a volver por miedo a las terribles revelaciones que ello traería.