Inspiración de un artista
Me has traído demasiadas preocupaciones, Olive. Casi me desmayo cuando tu madre me dijo que estaba embarazada. Entré en pánico el día en que te convertiste en una mujer. Todavía recuerdo las manchas rojas por todos lados. No pude dormir en toda la noche cuando te quedaste en casa de ese amado tuyo.
Me robaste el corazón el día en que te agarraste a mi pulgar por primera vez. Hasta en ese momento, tus ojos decían infinitud de cosas. Me hablaban incluso cuando no sabías articular palabra. Más tarde, seguían hablándome pese a no ser los de antes.
Tus ojos siempre han sido como un cielo azul atormentado. He intentado captar ese color en mi última obra de vidrio. Después de esta no habrá más.
- M. Barovier