La caída de la oscuridad

Los demonios han asolado esta tierra y han acabado con todo rastro de vida. Puede que algunos afortunados hayan encontrado la paz de la muerte eterna. Los demás han pasado a engrosar las filas de los mustios o se han retorcido hasta quedar deformados. Nos hemos refugiado aquí, pero solo es cuestión de tiempo que nos descubran. Aunque no lo hagan, nuestras existencias de alimentos y agua merman. Algunos de nosotros tendremos que salir al exterior en unos días. ¿Cómo hemos acabado así? La promesa del Gran Rey de un mundo justo ha quedado hecha añicos. Esta tierra está sometida a una maldición que nadie puede levantar. Me atreví a soñar y a tener esperanza. Ahora imploro poder olvidar... Cullum