Breve respiro

Fue una buena idea venir más al norte, pues hallamos tierra fértil y decidimos reconstruir. Amparado por los riscos que lo rodean, encontramos un pequeño lago que aprovechamos para descansar y replantar los cultivos. Cuando empleamos el fuego para purificar nuestras herramientas, nos dimos cuenta de que las llamas eliminan el hedor de la infección. Debemos pensar bien cómo empleamos el terreno. aunque no podemos estar seguros de que esas monstruosidades de ojos rojos no vayan a encontrarnos también aquí. Quizás sea solo cuestión de tiempo... -F. Sneed