¡No hay escapatoria!
¡No podemos salir de aquí! Alguna clase de magia oscura y perversa ha corrompido a la Madre Tierra y la ha puesto en contra de sus hijos. En todos los rincones remotos de Primera Luz, las espinas, los cardos y las zarzas han brotado con tal ferocidad que han formado un muro más fuerte y grueso que el de un mampostero. Hemos probado de todo: hachas, fuego, plegarias..., pero no hay nada, <i>nada</i> que pueda destruir el muro de espinas.
El pobre de Brandon hasta intentó escalar esa maldita cosa. Antes de llegar a la mitad, se soltó y se precipitó contra el suelo con las manos ensangrentadas y cubiertas de bichos y veneno. Murió poco después gritando a causa del dolor y la fiebre. Aún no ha regresado, así que supongo que se ha topado con otro destino fatal. En cualquier caso, el pobre desgraciado ahora está atrapado aquí con nosotros, tal vez para toda la eternidad.
En cuanto a mí, voy a volver a casa. Si voy a morir, que sea defendiendo mi hogar y no aquí fuera como un vagabundo.
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