El auge del monstruo
Dios bendito... ¡El norteño tenía razón! Quienes lo dudaron ahora moran en las fangosas profundidades. Y yo no tardaré en unirme a ellos. Me aferro a lo que queda de nuestro deslumbrante navío.
Por fin la he visto. La bestia que mora en el corazón de la tormenta. Como Didrik nos advirtió, es un kraken del Viejo Mundo. Su siniestra mirada ilumina las aguas como una luna espectral. Este demonio es el verdadero guardián de esta maldita isla.
No hay forma de escapar de Aetérnum. El muro de tormenta se asegura de ello.
No hay escapatoria...
DP
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