Hallado en la catarata dentada dragontina
No estoy seguro de si debería escribir esto después de lo que le ha pasado a Salvatore. El capitán se enteró del motín que tenían planeado Sal y unos cuantos más, e Isabella le dio ideas nuevas para castigar esa afrenta.
Metió a los cinco en barriles y los llevó lo más lejos que pudo, más allá de las grandes olas. Hizo un agujero en cada barril y luego los tiró por la borda. Por lo que dijo esa tal Isabella, el capitán los tiró lo bastante lejos como para garantizar que, cuando volvieran, serían ahogados... Un destino que no desea ningún marinero. Todo el mundo está asustado, no solo de ella, sino del control que tiene sobre el capitán.
Ahora entiendo por qué Sal estaba tan desesperado como para tratar de huir o de tomar el mando. Después de escribir esto, solo espero no ser el siguiente.