Fortuna caprichosa

Pudimos atravesar el puente en el último momento antes de que esos mustios alados nos atacaran y lo destruyeran. Por ahora hemos logrado rechazarlos, pero la noche está al caer y es demasiado tarde para continuar hasta el asentamiento. Necesitaremos luz para ver los daños sufridos por las carretas. La diferencia entre los dos últimos viajes ha sido como el día y la noche. En nuestro último viaje a Guardaelviento, tuvimos un tiempo perfecto y ningún contratiempo, e incluso ahorramos tiempo tomando un atajo entre dos de esos misteriosos pilares de corrupción que han empezado a aparecer. En este viaje, sin embargo, nos hemos enfrentado a un problema tras otro. Ejes rotos, alimentos echados a perder, ataques de todas las condenadas criaturas de la isla... Es como si estuviéramos atrayendo toda la mala suerte del mundo. ¿Se nos habrá terminado nuestra racha de buena suerte? En fin... De momento estamos a salvo y, a primera vista, parece que solo hemos perdido algunas mercancías. Seguro que Dauti lo entenderá cuando se lo expliquemos.