Ciudadanos míos:
No os alejéis demasiado de los resonadores armónicos. Si podéis oír mi voz, estaréis seguros, felices y realizados. Sois parte del Canto.
No tenéis por qué abandonarme. Fuera del Canto impera la disonancia. Escuchad, obedeced y sed uno con la armonía.
- Así rezan los cantos de la reina sirena