Un diario perdido por Langlais, experta en supervivencia
Las dríades parecen practicar alguna clase de nomadismo, ya que recorren largas distancias hasta estas ciénagas. La mayoría no es capaz de diferenciar un ejemplar de otro, pero, al observarlas, he reparado en diferencias en su composición, y he podido averiguar de dónde procede cada una. Su viaje parece ser cíclico, con la llegada de un nuevo grupo cada pocos meses. Plinio el Viejo escribió sobre los elefantes, y dijo que se bañaban ritualmente para celebrar la luna nueva. ¿Podría ser que este rito sea como el de los elefantes y que responda a un motivo que desconocemos?
Pero ¿qué empuja a las dríades a viajar hasta Aguas Fétidas? ¿Se trata de alguna clase de peregrinaje? ¿O hay alguna otra explicación? He intentado encontrar evidencias de que las dríades abandonan este lugar para viajar a otras partes, pero aún no lo he conseguido. Y puesto que Aguas Fétidas no está llena de dríades hasta la bandera, la única teoría plausible se basa en otra prueba de su nivel de inteligencia: una conciencia de la muerte y un anhelo de morir en un lugar concreto.
Pero la muerte tiene poco significado aquí, en Aetérnum. Entonces, ¿cuál es su propósito?