Del diario del antiguo dirigente de Nieblagua
Me estoy tomando el tiempo para dejar registro de esto, en caso de que ocurra algo y nadie pueda hablar por nosotros. Esa «sirena» y su tripulación dijeron que se asentarían y se adaptarían a la vida aquí, tras fracasar en un nuevo intento de franquear el muro de tormenta..., ¡pero ya lo sabían! ¡Lo sabían desde el principio! Una de sus tripulantes se fue de la lengua mientras jugaba a los dados con varios aldeanos. Les dijo que esta isla siempre había sido su destino.
Pero vi la expresión de terror en su cara cuando le dije que nadie podía salir de Aetérnum, que nadie había podido atravesar el muro de tormenta. Después de eso, se volvieron más violentos, incluso agresivos. Se han producido peleas y los visitantes están empezando a mostrar su verdadera cara... No son mejores que piratas.
Me temo que si esa sirena mintió en nuestra reunión sobre el estado de su tripulación y su flota..., tal vez haya mentido también sobre otras cosas. Les he dicho a los aldeanos que reúnan las pertenencias que puedan y se preparen para huir al oeste a la menor señal de problemas. Algunos se han ofrecido a quedarse y luchar, y así ganar tiempo para que los demás puedan escapar. Me quedaré junto a ellos.