Del diario del antiguo dirigente de Nieblagua
Hoy divisamos velas en la costa, y recibimos la visita de una tripulación. Parece que formaban parte de una pequeña flota que se vio empujada contra el muro de tormenta. Solo sobrevivieron un par de embarcaciones, pero con graves daños.
Les hemos ofrecido ayuda para reparar las naves y reabastecer sus suministros. Ni siquiera saben dónde están... No todos los días tengo la oportunidad de ver las caras de sorpresa de una tripulación cuando le hablo a su capitán de este lugar.
En cuanto terminemos de evaluar los daños, llevaremos a los tripulantes a la villa para que puedan estirar las piernas. A fin de cuentas, apenas se puede navegar alrededor de esta isla. No irán a ninguna parte.