Hallado en el obelisco quebrado
Todos sabemos que la Tierra es el centro del universo y que en torno a ella giran todos los planetas. Tiene todo el sentido que en la joya de nuestro sistema planetario haya una isla tan fantástica como Aetérnum. Si nuestro planeta está en el centro de los cielos, Aetérnum debe de ser el centro del planeta por su ubicación tan cercana al ecuador y el gran poder que existe aquí. El Azoth, esa sustancia que únicamente se puede encontrar aquí, es una prueba más de que este es el Edén del que hablan las escrituras: el lugar donde nació toda vida. Es un gran honor para mí estar en el centro de todo, y debo saber qué pensaban los antiguos sobre este fenómeno.