Los viles corruptos parecen haber encontrado algo de valor bajo tierra. Su naturaleza solo puedo imaginarla, pero no me cabe duda de sus consecuencias. Si puede distraer a los corruptos de su campaña infinita contra la gente de Aetérnum, entonces solo puede significar el desastre para el futuro de este nuevo mundo.
Este nuevo líder entre las legiones de corruptos es astuto. Ha mostrado no solo la tremenda brutalidad esperada de aquel poseído por fuerzas malignas, sino también la voluntad de aguardar y buscar ventajas estratégicas. Si su llegada señala un cambio en la estrategia, más allá de la abrasión incansable y cruda, tiemblo al pensar qué vendrá después. Nuestra posición contra sus hordas ya era precaria. Apenas podemos permitirnos redoblar el esfuerzo.
Sea lo que sea que crean haber descubierto en estas bastas y antiguas ruinas, una cosa está clara: no se les puede permitir conseguirlo. Las consecuencias para el equilibrio de poder en Aetérnum podrían ser catastróficas. Los guardianes del alma deben intervenir antes de que sea demasiado tarde. Rezo para que mis ruegos de ayuda alcancen a Jonus y sus hermanos a tiempo.