Recuperado de una gran casa vacía en el erial de Gran Grieta
Entré. Justo como pensaba, Iki va a las letrinas por la noche.
Abajo estaba oscuro y era un lugar amplio, un sótano que cubría toda la zona. Pero no estaba vacío. Un rincón estaba limpio y decorado como el cuarto de una niña. Sentí que algo me observaba, así que subí la escalera y cerré de nuevo la trampilla. Mañana bajaré una lámpara. No creo que duerma.