Existe una criatura, una sierpe de alas azules que acecha en las aguas de la Gran Grieta. Hay quien cree que no existe, pero yo la he tenido en mi anzuelo más de una vez, y se trata de una bestia astuta.
He oído su temible rugido de noche, mientras hendía las aguas como un delfín. Algún día será mía, y entonces nadie dudará de mi palabra.