Una página de un diario con la filigrana de la Alianza y una caligrafía impecable
Nada más entrar en la iglesia, los cantos cesaron. No encontramos ni rastro de los desaparecidos, ni de nadie más. ¿Quién estaba cantando?
Los perdidos parecen haber retrocedido, al menos. Podemos crear un centro de mando temporal aquí.