Una página de un diario con la filigrana de la Alianza y una caligrafía impecable
Seguimos el rastro de las extrañas desapariciones hasta este pueblo, Dromgul. Sabíamos que nos aguardaba algo malo, pero no estábamos preparados para descubrir que todos los habitantes del pueblo se habían convertido en perdidos.
Ha sido un golpe durísimo para el general Carvalho. Era de Dromgul, y seguro que ha podido reconocer las caras de los cadáveres andantes. No obstante, no hemos encontrado ningún rastro de los desaparecidos.
Un momento. Hay alguien cantando en la iglesia, lo oigo. Quizá todavía haya alguien a quien podamos salvar.