Esta carta se ha borrado con el paso de los años
Ruiz nos ha pedido que vigilemos bien al hereje durante nuestras rondas nocturnas. No me gusta. Cuando lo vigilamos, siempre lo hacemos por parejas, nunca en solitario.
El tipo es muy extraño… Ni siquiera repara en nuestra presencia mientras trenza sin descanso cuerda con cáñamo. Ya ha trenzado el equivalente a varias yardas, pero sin ningún propósito aparente, ya que no la necesitamos.
Pero mientras lo mantenga ocupado y los grilletes que rodean sus pies y manos permanezcan bien apretados, daré las gracias a Dios por que haya dejado de susurrar al oído de nuestra capitana... Estoy seguro de que Velázquez piensa lo mismo. A menudo fantaseo con enrollarle la cuerda que está trenzando alrededor del cuello y estrangularlo lentamente mientras duerme. Sé que los demás sienten lo mismo que yo.
Álvaro