Esta carta se ha borrado con el paso de los años
Hemos montado un campamento y reunido los suministros que hemos podido de nuestro barco. Para bien o para mal, la isla de Vitae Aetérnum es ahora nuestro hogar hasta que llegue nuestro rescate.
La capitana Isabella no ha vuelto a mencionar los otros dos barcos perdidos, y no ha dado ninguna orden de buscarlos... Solo ha ordenado buscar a los supervivientes de nuestra nave, como si temiera que pudieran «escapar» hacia la isla. Ahora me doy cuenta de que le preocupa que puedan hallar lo que ella busca y arrebatárselo. Resulta inquietante, pero le da un propósito.
He podido recuperar mi baúl con mis cartas y diarios, secos e intactos... Confieso que hubiera preferido encontrar una caja de suministros en su lugar, pero, aun así, los manuscritos me producen cierto consuelo.
- F.