Un contrato

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Part of the following chapter Cartas de Frederico #5
Esta carta se ha borrado con el paso de los años

Examiné el contrato que Isabella había firmado y observé que la marca de su sello era bastante... inusual. Como es habitual, el sello estaba lacrado con cera roja, pero sentí que la extraña geometría del símbolo evocaba también el color carmesí. No le encontraba el sentido, pero... tampoco podía apartar la vista de él. Isabella, reparando en mi mirada, dijo que había visto el símbolo antes, dibujado quién sabe con qué, en las paredes de la celda del hereje, también de color rojo, pero no con cera. «La verdadera riqueza de la isla no es el Azoth. El valor de Vitae Aetérnum yace mucho más profundo que un vial de fuego azul, aun cuando surja del suelo en tan grandes cantidades. Recuerda a un campo listo para la cosecha». - F.